Longitud de onda: es un color no espectral, varía según la mezcla de múltiples longitudes de onda, con predominancia de tonos de baja longitud.
Etimología: proviene del nombre de la flor de la Rosa, que a su vez, viene del término griego rhódon, flor del Rododendro. Rosa se escribe en latín, español, italiano y portugués; rose en francés y alemán; posa en ruso, y sólo algunos como el inglés, lo separan de su referente y lo nombran como adjetivo autónomo, es decir, pink.
Nombres o matices de rosado: asalmonado, rosa, rosáceo, rosillo, salmón, salmonado.
Significados
No existen conceptos o simbolismos comunes entre el rojo y el blanco. Rojo y blanco son colores psicológicamente contrarios. El rosa no es simplemente el color intermedio entre el rojo y el blanco, sino que tiene su propio carácter. Hay sentimientos y conceptos que sólo pueden describirse mediante el color rosa, y todos los sentimientos asociados al rosa son positivos; el rosa es, sin duda, el color del que nadie puede decir nada malo.
El rosa es el color del encanto, la cortesía, la sensibilidad y lo sentimental. Tiene una alta relación con lo etéreo y lo agradable. El nombre de este color, es el nombre de una flor. Todas las cualidades atribuidas a la rosa se consideran típicamente femeninas. La rosa simboliza la fuerza de los débiles, como la amabilidad y la cortesía. El rosa es mezcla de un color cálido y un color frío, simboliza las cualidades nobles del compromiso. Para Le Heard, el rosa es inocencia.
El rosa también representa la infancia, lo manso y lo pequeño. El contrario pedagógico del rosa, es el negro. Las mujeres y los hombres desprecian al rosa porque lo consideran un color “infantil”, y en la mayoría de los casos prefieren al negro. A las mujeres mayores, en cambio, les gusta el rosa como color “joven”. Cuanto más mayores, mayor predilección por el rosa. El rosa es el punto medio entre los extremos rojo y blanco: fuerza mansa, energía sin agitación, temperatura agradable del cuerpo. El rosa es como un bebé, es el color de la vida joven.
El rosa es además, el color de lo femenino. Luckiesh asocia al rosa con la Virgen María, un galardón de rosas rojas y blancas significa amor e inocencia. Todos los que desprecian al color rosa por ser “típicamente femenino”, se asombrarán de saber que el rosa fue antiguamente un color masculino. En las habitaciones antiguas se solía pintar al Niño Jesús vestido de color rosa, jamás de azul celeste como los bebés contemporáneos.
Hasta 1900, el color para las niñas y los niños pequeños era el blanco. Cuando el color rosa se convirtió en un color femenino, se convirtió también en un color de discriminación. Durante la Segunda Guerra Mundial, los homosexuales que no podían satisfacer el ideal de masculinidad eran encerrados en campos de concentración donde debían llevar un triángulo de color rosa, cosido a la ropa. El rosa lo usan a menudo los homosexuales como símbolo de antigua opresión, aunque para ellos nunca ha sido un color positivo de identificación.
Es además el color de la ternura erótica y del desnudo, la delicadeza, la vanidad, el erotismo, lo seductor y lo atractivo. No es un color asociado a fuerzas elementales. Es suave y tierno; un color delicado. Nos hace pensar en la piel, lo cual lo convierte en un color erótico. Las personas de piel clara, dicen de sí mismas, que son “blancas”, pero en realidad son rosadas. Donde la piel desnuda es más bella es en un entorno rosa. Junto al blanco, el rosa aparece completamente inocente, pero junto al violeta y el negro, oscila entre la pasión y la inmoralidad, entre el bien y el mal.
De rosa vestían tanto mujeres como hombres, pero este color se consideraba, de acuerdo a la tradición, un color masculino. Esto se daba porque en el rococó el rosa era un color litúrgico. Los nobles ricos, donaban sus trajes gastados a la Iglesia, los cuales se transformaban en vestiduras litúrgicas y manteles de altares.
El rosa es el color de la ilusión, la ensoñación y el romanticismo, todo es “color de rosa”. Rosa es todo cuanto no es realista en todas sus formas y matices; el color de lo kitsch y el color de la transfiguración. Es además el color de los confites, lo dulce, lo delicioso, lo benigno y lo no natural. Es el color del deleite, se le asocia el aroma de la rosa, que es también dulce y delicioso. Como todos los colores mixtos, tiene algo de artificial, de innatural.
El 3 % de las mujeres considera al rosa como su color favorito y entre los hombres son muy pocos los que declaran su preferencia por el rosa. A los hombres ni siquiera les interesa conocer bien este color, y la mayoría son, supuesta o realmente incapaces de distinguir el rosa del lila. Las mujeres rechazan el rosa como color simbólico de una feminidad definida como lo contrario de la masculinidad, pero con un sentido negativo.
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