Etimología: Del francés violette diminutivo de la viole. A su vez el latín viola proviene del griego y su raíz es ion o violeta en flor. El adjetivo violáceo nace en el siglo XVI; antes se decía violado, o bien, color de la viola.
Nombres o matices de violeta: caracho, cardenal, cárdeno, cinzolín, chirlo, esquimosis, lila, liláceo, morado, obispo, ostro, púrpura, purpúreo, purpurado, purpurino, renegrido, violáceo, violado.
Significados
El violeta o púrpura es el color de los sentimientos ambivalentes. Muchas personas no saben distinguir entre el violeta y el lila. La diferencia es que el violeta es mezcla de rojo y azul, mientras que el lila es la de violeta con blanco, es decir, es un violeta de clave alta. En ningún otro color se unen cualidades tan opuestas como en el violeta: es la unión de rojo y azul, de lo masculino y lo femenino, de la sensualidad y la espiritualidad. La unión de los contrarios determina el simbolismo del violeta.El violeta es el color del poder y la violencia. En italiano violeta es viola, “violencia”,
violenza y violare, violar. Históricamente el púrpura violado era el color de los poderosos, de los que gobernaban. Antiguamente el color para honrar a Dios, era el mismo color que el de los soberanos. La preparación de una vestimenta violeta o púrpura duraba años, y llevar algo de color púrpura si no se pertenecía a la clase social autorizada para hacerlo, era castigado con la pena de muerte. En Roma, el púrpura era por ley el color imperial. Goethe afirma que este color causa una impresión de seria dignidad.
En contraposición con el poder, el violeta es también el color de la penitencia y la sobriedad, y uno de los colores de la devoción y la fe. Como color litúrgico de la Iglesia Católica, es el color del tiempo de recogimiento, del ayuno en adviento y del tiempo de cuaresma; en estos días todos los sacerdotes católicos visten de violeta cuando dicen la misa. Según Escudero al violeta se le ha asignado un simbolismo de resignación; ha significado amor, pasión, verdad y penitencia.
El violeta está también presente en las misas de difuntos. En el simbolismo cristiano, es el color de la humildad contraria al poder, ya que los soberanos gobiernan mediante la fuerza, mientras que los cardenales y la Iglesia lo hacen mediante la humildad. Es el color de la eternidad y la justicia. En la Iglesia evangélica, el violeta es hasta hoy el color eclesiástico. El violeta es el color de lo divino.
El violeta es el color más singular y extravagante de los colores. Las cosas que existen de color violeta, también existen en otros colores, ya que nada de lo que nos rodea, tiene al violeta como su color natural. El lila y el violeta son los colores que más raramente se ven en la naturaleza. Ambos reciben el nombre de escasas flores o frutas de estos colores. La flor de la violeta da incluso su nombre al elemento químico yodo: en griego clásico, violeta es ion, de donde se deriva yodo (iodes = de color violeta). Cuando el yodo se calienta, desprende vapores de color violeta. Pero el violeta es el menos natural de los colores.
El violeta es el color de la magia, lo oculto, la fantasía, la trasmigración de las almas y lo esotérico. Es el color de la superstición. Combina el sentimiento y el entendimiento, el amor y la abstinencia. En él se funden todos los opuestos. Marca el límite entre lo visible y lo invisible. De noche es el último color antes de la oscuridad total. Simboliza el lado inquietante de la fantasía, el anhelo de hacer posible lo imposible. En el esoterismo, el violeta corresponde al color del cerebro, donde se unen los sentimientos con el entendimiento. Le Heard lo asocia a la época en la cual las experiencias del individuo se transforman en sabiduría, la etapa del buen juicio y la benevolencia.
Es además el color de la vanidad y uno de los colores de lo femenino. Quien viste de violeta quiere llamar la atención. El violeta y el lila han sido siempre los colores preferidos para empaquetar chocolates. Es el color de los pecados “bonitos”, de los pecados “dulces”. Es el color del feminismo, uno de los tres colores del movimiento feminista: violeta, blanco y verde. El violeta, color de los soberanos, simbolizaba la sangre real que corría por las venas de cada luchadora por el derecho al voto femenino, su conciencia de libertad y dignidad.
Es el color de la ambigüedad, lo inadecuado y lo subjetivo. Es también el color de lo original y la moda. Estéticamente es considerado demasiado atrevido para vestir. El violeta era el color favorito del art nouveau. En aquella época la naturaleza parecía tan estilizada que parecía creada por diseñadores, y el violeta ocupó un puesto de honor. Las demoníacas figuras femeninas de los artistas del art nouveau, como Gustav Klimt, visten a menudo de violeta, casi siempre combinado con plata y oro. En los cuadros de la época apenas había colores primarios, pues lo no artificial, lo natural, no podía ser arte.
Son más las personas que rechazan al violetas que las que lo prefieren. El 12% de las mujeres y el 9% de los hombres lo nombran como el color que menos les gusta, mientras que sólo el 3% de las mujeres y de los hombres lo nombran como su color favorito
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